Los Millennials son una generación que está preparada académicamente, son inteligentes, con una mentalidad digital, fluida y colectiva. Están enfocados en sacar provecho de su vida y ser felices. Tienen mucha confianza en sí mismos y sus padres los adoran y admiran. Realizan compras a través de dispositivos móviles y como comentaba anteriormente, están familiarizados con el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías.
Tecnología Internet, el móvil, los medios sociales… son herramientas naturales para estos jóvenes en su día a día: compran, hacen transacciones, comparten productos y servicios. Es una forma de vida que hace más global el mercado.
Descontentos e incrédulos, tienden a confiar menos en las personas que las generaciones anteriores: más de la mitad se declaran independientes y ya forman el grupo con mayor descontento político y religioso de los últimos 25 años. Las dificultades para encontrar un empleo y para poder independizarse han fomentado este carácter de incredulidad.
En el mercado millennial el 24% de la población tiene entre los 18 y los 34 años. Según el censo de Estados Unidos, más de 75 millones de sus residentes forman parte de esta franja de edad con un alto nivel educativo, producto de ser hijos de la generación de los baby boomers que vivieron en una situación económica más próspera. Sin embargo, a la generación del milenio también se le conoce por su carácter boomerang, ya que son los que han tenido que volver a casa de sus padres y están retrasando la formación de un hogar por la situación económica actual: la dificultad para encontrar un empleo y para acceder a una vivienda producto de las crisis económicas que les han tocado vivir.
Entre las características que mejor explican a esta generación están:
Digitales: Son nativos digitales. Se caracterizan por dominar la tecnología como una prolongación de su propio cuerpo. Casi todas sus relaciones básicas cotidianas están intermediadas por una pantalla. Para ellos, realidad y virtualidad son dos caras de la misma moneda. Prefieren internet a la TV convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a través de internet, un porcentaje sensiblemente más alto que en otros grupos de edad. Es evidente que ni el prime time ni la publicidad clásica son buenas estrategias para llegar a este colectivo.
Multipantalla y multidispositivo: Utilizan múltiples canales y dispositivos digitales para sus actividades. Tienen un comportamiento multitasking, es decir, con capacidad (o necesidad) de hacer varias cosas a la vez.
Las empresas deben utilizar una amplia gama de canales y dispositivos y mantener una comunicación y experiencia de cliente consistente y bien orquestada entre ellos. Es lo que se denomina omnicanalidad, no se trata sólo de poder interactuar a través de cualquier canal, sino de poder cambiar de uno a otro (o incluso utilizar varios a la vez).
Nomófobos y appdictos: Su vida es móvil y su pantalla principal de entrada a la Red es ya una pantalla móvil. Este colectivo ha hecho de las pantallas de proximidad su acceso de referencia para la socialización, el trabajo y el ocio, integrándolas completamente en su vida cotidiana. Son adictos al móvil, sienten la necesidad de una constante conectividad y el 45 % admite que no podría estar un solo día sin su smartphone.
Existe una gran diferencia generacional en lo que se refiere a la interacción entre clientes y empresas a través de apps. La demanda de los Millennials está impulsando el extraordinario crecimiento de las aplicaciones móviles (en el Appstore se registran a nivel mundial 5 millones de descargas de aplicaciones diarias). Ante esta realidad, las compañías deben construir y mejorar la funcionalidad de sus aplicaciones móviles ya que se han convertido en una potente herramienta de venta que permite mejorar la experiencia de compra.
Redes Sociales: Son extremadamente sociales. La mayoría de los Millennials tiene perfiles en redes sociales. No son sólo un medio de comunicación para ellos sino una parte íntegra de su vida social. Consultar, compartir y comentar en ellas es la principal actividad que realizan a través de sus teléfonos inteligentes. Estos nuevos consumidores son activos y antes de comprar buscan y escuchan opiniones, generan y comparten contenidos y son muy sensibles a su experiencia online.
Críticos y exigentes: Son mucho más críticos, exigentes y volátiles. De hecho, un 86 % de los consumidores actuales declara que dejaría de hacer negocios con una empresa debido a una mala experiencia de cliente, frente al 59 % de hace 4 años. Y, para los Millennials, las experiencias digitales negativas en línea y móvil tienen un impacto negativo mucho mayor que sobre otros grupos de edad.
Exigen personalización y nuevos valores: Los Millennials son clientes que no buscan exclusivamente una buena atención, sino que exigen personalización y esperan que la empresa se adecúe a sus preferencias. Para atender sus demandas, las compañías deben ampliar el conocimiento sobre sus clientes incorporando información social sobre ellos con la idea de aportarles más valor.
En cuanto a lo que a la vivienda se refiere, según un estudio llevado a cabo por “The Council of Economic Advisers” de la Casa Blanca, los Millennials es menos probable que sean dueños de una casa, a diferencia de los adultos jóvenes de las generaciones anteriores.
Entrando en la edad adulta durante la Gran Recesión y recuperación no sólo ha afectado a las decisiones de escolaridad y empleo de los Millennials ', sino también sus patrones de vivienda y la formación de hogares. A raíz de la Gran Recesión, la proporción de adultos de 18 a 34 años de edad que viven con sus padres aumentó de 28% en 2007 a 31% en 2014. En consecuencia, el ritmo de formación de hogares es baja y la "tasa de cabeza de familia" entre los Millennials - la velocidad a la que los Millennials dirigen sus propios hogares - ha caído.
Tres factores lideran el por qué los Millennials, por los momentos, no buscan ser dueños de una propiedad.
- Los Millennials tienen relaciones más fuertes con sus padres que las generaciones anteriores y los padres de los Millennials están mucho más involucrados en las vidas de sus hijos. Tal vez no sea sorprendente que una generación que valora vivir cerca de sus familias tanto como Millennials también sería un tanto más probable de vivir con sus padres de adultos, sobre todo en una economía que todavía se está recuperando de una gran recesión.
- El mercado laboral es otro factor que contribuye al aumento del número de jóvenes que viven todavía con sus padres y la disminución simultánea en liderazgo.
- Por último, el apretado ambiente de préstamos de hoy día puede también ser culpable. Existen muchas trabas para estos jóvenes adultos de acceder a un crédito para poder financiarse una propiedad.